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# Una Nueva Visión del Dinero - 2. El deseo de poseer Antes de poder explicar de dónde surge la idea del dinero, se nos hace necesario hacer un pequeño desvío para explicar el deseo de poseer. Después de todo, uno de los mayores usos que le damos al dinero es el de poseer cosas materiales y también controlar otros cuerpos que trabajen para nosotros. No creas que al separarnos de Dios nos olvidamos por completo de Él. En lo más profundo de la mente de cada uno se encuentra un ardiente deseo de regresar a casa. Dios tampoco se olvidó de nosotros. Él nos llama constantemente con su amor y nos habla al oído durante todo el día recordándonos lo mucho que quiere que regresemos con Él. Por un lado, nos sentimos atraídos a Dios y por otro lado Dios nos atrae como si fuese una fuerza de gravedad. El curso llama a estas dos fuerzas “la irresistible atracción hacia Dios”. Cuando pensamos en la palabra atracción, normalmente pensamos en una relación romántica. Inevitablemente nos vienen pensamientos asociados de que en toda relación hay algo de deseo, repulsión y a veces desinterés por ciertos aspectos de la otra persona. Sin embargo, en el cielo, nuestro estado natural es de atracción total hacia Dios. Es lo único que deseamos, los elementos de repulsión y desinterés no se encuentran allí. Dios es perfectamente atractivo. En toda relación de atracción existe el deseo de pertenecer. Si no me creen, piensen en una telenovela y recuerden frases como “hazme tuya” o “serás mío”. Una familia pertenece a su propio hogar. Creemos también que los hijos le pertenecen a sus padres. La idea de poseer y ser poseído es parte de la naturaleza de este mundo. Al separarnos de Dios no perdimos ese profundo deseo de pertenecer. Deseamos pertenecer a Dios. Hay una atracción tan irresistible a Dios que naturalmente queremos que Dios nos haga suyos. Puede sonar extraño, pero en lo más profundo de cada uno de nosotros, deseamos que Dios nos posea. No en el sentido de que un espíritu posee un cuerpo como lo vemos en las películas de terror. Sino en el sentido en que un hijo le pertenece a sus padres. Esa es la realidad en el cielo, y también en este mundo, así no nos demos cuenta. Así lo explica Jesús en el dictado original del curso: > La verdad sigue siendo que la atracción de Dios es irresistible en todos los > niveles, y la aceptación de esta verdad totalmente inevitable es sólo cuestión > de tiempo. Pero debes considerar si quieres esperar, porque puedes volver > ahora, si lo deseas. (CE T-2.I.1) A este mundo vinimos, no obstante, con la idea de estar separados de Dios. Así que ese impulso de atracción tan irresistible tuvo que ser suprimido. Una de las muchas maneras en que suprimimos ese impulso es evitando a Dios. Están, por ejemplo, los ateístas que niegan su existencia. También están los que creen en Él pero piensan que es alguien temible o déspota y por lo tanto indeseable. Curiosamente, también están los que quieren creer en Él, pero lo despojan de tantos atributos que termina siendo un Dios diluido. Por ejemplo, hoy en día podemos escuchar muchas corrientes espirituales hablando de Dios como una energía impersonal, el vacío, el silencio, una conciencia universal y también como un yo más elevado. Todas estas visiones son intentos de evitar el deseo de ser poseído por Dios. Suprimir el impulso de atracción es una estrategia. Pero también tenemos otra estrategia bajo la manga: tergiversar el deseo de ser poseídos por Dios hacia el desvío del deseo de poseer en este mundo. Jesús tipifica las cuatro formas principales en que tergiversamos la atracción a Dios. Solo cubriré las dos primeras formas que son relevantes al tema del dinero que estamos cubriendo en esta ocasión. ## 1. El deseo de poseer cuerpos o ser poseído por ellos Todo el que se haya enamorado en este mundo ha experimentado el deseo de poseer el cuerpo de ese ser amado. Como mencioné anteriormente, las telenovelas están llenas de frases que ponen en evidencia el deseo humano de poseer a otro o que el otro te haga suyo. Jesús tipifica este tipo de distorsión con estas palabras: > La posesión puede asociarse exclusivamente con el cuerpo. Si esto ocurre, es > especialmente probable que el sexo esté contaminado. La posesión o el ser > poseído pueden verse como el papel masculino o el femenino. Dado que ninguno > de los dos será concebido como satisfactorio por sí solo, y ambos estarán > asociados con el miedo, esta interpretación es particularmente vulnerable a la > confusión psicosexual. (CE T-2.I.3) Aquí podemos ver que los roles clásicos de hombre y mujer como pareja sexual son producto de una distorsión. El hombre quiere poseer a la mujer y la mujer quiere que el hombre la haga suya. Sin embargo, Jesús añade que ninguno de los roles es satisfactorio de por sí, así que esto da lugar a más confusión que se proyecta en el sexo. ## 2. El deseo de poseer cosas materiales El segundo tipo de distorsión ocurre cuando dirigimos el deseo de posesión hacia las cosas materiales. Este es el tipo de distorsión del cual el dinero es parte: > Desde un punto de referencia bastante similar, la posesión también puede > asociarse a las cosas. Esencialmente, se trata de un cambio con respecto al > tipo 1 [el deseo de poseer cuerpos] y suele deberse a un miedo subyacente a > asociar la posesión con las personas. En este sentido, se trata de un intento > de proteger a las personas de la propia posesividad, como la superstición > sobre la "protección del nombre" que mencionábamos antes. (CE T-2.I.4) Es interesante leer allí que el deseo de poseer cosas materiales es una forma de protección. Es como si la primera distorsión a la que recurrimos es la de desear poseer otras personas. Sin embargo, esto causa miedo, quizás porque tenemos que hacerle daño a la otra persona. La solución que encontramos en nuestra confusión es la de desviar ese deseo de poseer cuerpos y convertirlo en el deseo de poseer cosas materiales. Al desviar el deseo, pensamos que estamos protegiendo a la persona cuyo cuerpo quisiéramos poseer. ¿Alguna vez te ha provocado comprarte algo costoso después de una ruptura o decepción amorosa? Por ejemplo, conozco varias personas que ahogan sus penas en las compras cuando no les va bien en el amor. La idea que se propone aquí es que este comportamiento se debe al miedo causado por el deseo de poseer a la otra persona. ![](https://siran.github.io/assets/a_new_vision_on_money/shopping-spree.png) Otra cosa interesante que Jesús nos dice en su explicación es que muchas relaciones de pareja se forman sobre la base del primer tipo de posesión. Pero esto no es lo que los mantiene unidos en el largo plazo. Una vez que el romance se acaba, muchas parejas se mantienen unidas al compartir el deseo de poseer cosas materiales juntos. ## Interruptores de emergencia El deseo de poseer cuerpos y cosas materiales es un intento de llenar un vacío. Como estos objetivos son relativamente fáciles de lograr, los deseos de poseer tienden a ser compulsivos. Es decir, pueden llevarnos a un estado en el que se nos hace incontrolable el comportamiento. Superficialmente, el deseo de poseer cuerpos y poseer cosas parece ser completamente inocuo. De hecho, parecieran tener el poder de mantener a raya el miedo y el dolor. *¿Tu pareja te dejó?* No importa, hay muchos peces en el mar y ¡un clavo saca otro clavo! *¿Estás triste?* Vámonos de compras para que se te suba el ánimo. Lo que no sabemos es que el miedo que estamos tratando de mantener a raya es el miedo a regresar a Dios. La tensión que se crea al no satisfacer este deseo tan profundo crece y crece con los días y hace que el vacío interno se haga más voraz. Eso puede llevarnos a que depositemos una fe aún mayor en las dos primeras distorsiones del deseo de poseer. Y mientras más fe depositemos en esas soluciones, más vacío y miedo generamos. Podríamos decir que nos estamos auto-imponiendo un régimen de inanición. Esta hambre voraz, cuando se lleva al extremo, resulta en comportamientos altamente indeseables e incluso criminales. Aunque hay muy pocos que llegan a ese extremo, existe un miedo en la mente de cada uno a que, en lo más oscuro de nuestro ser, haya un criminal latente. ¿Alguna vez se te ha pasado por la mente algo completamente indebido? El pensamiento de que podrías llegar a hacerlo es uno de los muchos promotores del miedo. Realmente nadie quiere verse a sí mismo como el malo de la película. Así que, en medio de la confusión, se nos ocurren ideas muy creativas para evitar llegar al extremo, con la esperanza de que eso disminuya el miedo. El curso dice que estas soluciones del ego siguen esta lógica: > Un hijo de Dios es eficiente. > > Yo no soy eficiente. > > Por lo tanto, no soy hijo de Dios. (CE T-2.I.16:2-5) Eso quiere decir que las soluciones del ego para mantener el miedo a raya consisten en hacerte menos eficiente en el deseo que quieres lograr. Por ejemplo las personas que amasan mucha fortuna y que luego se van a la bancarrota, a veces varias veces a lo largo de su vida. Estas personas se conducen a sí mismas a perderlo todo como una manera de disminuir el miedo y el vacío que les genera su deseo de poseer cosas materiales. Es parecido a tener un “cortocircuito” interno que los obliga a reiniciar. Aquí te dejo algunos ejemplos de los tipos de distorsión cuando son llevados al extremo: ![](https://siran.github.io/assets/a_new_vision_on_money/tabla-de-distorsiones.png) Quizás habernos sumergido profundo dentro del tema de la posesión te haya ayudado a entender un poco el rol del dinero. Podemos ver que el dinero podría ser un medio para satisfacer nuestros impulsos distorsionados de poseer y que el dinero se puede convertir en el objeto mismo que deseamos poseer o que nos posea. No hay nada que haga especial al dinero bajo esta visión. Simplemente se trata de una necesidad profunda de Dios que no ha sido sanada. ## Sanando el deseo de poseer El curso nos enseña a redefinir nuestro concepto de poseer como el camino a sanar las distorsiones de las que seamos partícipes: > La corrección obvia para todos los tipos de la falacia de posesión es > redefinir posesión correctamente. ²En el sentido de "tomar el control", el > concepto no existe en absoluto en la realidad divina, que es el único nivel en > el que la existencia real es un término con sentido. Nadie puede ser "poseído" > si no lo desea. (CE T-2.I.24:1-3) Esto se logra por medio del milagro. Los milagros, que son expresiones de amor, están diseñados para llenar el vacío de Dios. Al saciar la verdadera necesidad, las distorsiones tienen que desaparecer. No importa qué tipo de distorsión se presente o qué tan difícil y persistente parezca ser. El milagro lo puede sanar: > Se subraya aquí que estas diferencias no afectan en absoluto al milagro, que > puede curar cualquiera de ellas con igual facilidad. (CE T-2.I.21:1) ## Práctica ### Durante el día Al igual que en la práctica anterior, usaremos la respuesta a la tentación y los recordatorios frecuentes. Observa tu mente a lo largo del día. Los pensamientos que estás buscando son aquellos que te indiquen que quieres poseer o ser poseído por algo externo. Ya vimos algunos ejemplos, pero los repetiré acá: * Sentirse atraído por el cuerpo de otra persona * Antojarse de comprar algo * Antojarse de comer o beber algo * Cualquier hábito de consumo que no puedas detener fácilmente (ver el teléfono, tomar café, fumar, etc.) * Cualquier idea de que tienes que ganar dinero o estrategias para lograrlo Muchas de esas cosas son parte de "la vida normal" y no te parecerán pensamientos en absoluto. Por eso necesitas mucha vigilancia para reconocer los momentos en que piensas que quieres esas cosas. Una vez que hayas identificado el pensamiento, responde de inmediato: > "Estoy confundido/a porque pienso que poseer ________ es lo que me dará la > felicidad [tranquilidad, libertad, etc.] Lo que realmente busco con esto es > pertenecer a Dios." Igual que en la práctica anterior, cierra los ojos y di esas palabras muy lentamente, dejando que el significado que tienen entre a tu mente y te ayuden a cambiar de parecer. Cuando sientas un cambio interno, será el momento de detenerte. Si sientes resistencia, trata de continuar por unos segundos más. Si la resistencia continúa, ese también será el momento de detenerte. Adicionalmente, configura el temporizador de tu teléfono para recordarte cada 20 minutos esta idea: > "Hoy no lucharé contra mi atracción irresistible a Dios"
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